¡¡Hoola a todos!! Ya estoy aquí de nuevo, os dije que os ibais a preparar, porque tengo mogollón de cosas pendientes, y ¡¡otro tanto de obsesiones reposteriles que tengo que poner en práctica!!
Hoy os traigo una mesa dulce que me encanta. Personalmente, la tarta es la que más me ha gustado de todas las que he hecho hasta ahora. Algunos ya habréis visto las fotos en Facebook, pero no quería que se quedara sin publicar aquí.
Los dulces me los encargó una amiga para celebrar el cumple de su muñeca que cumplía su primer añito. Y daba la casualidad que el cumpleaños de su marido era tres días más tarde, así que tuvo la "genial" idea de que aunque las galletas y los cake pops fueran rositas por la niña, la tarta podría ser unisex, para celebrar ambos cumpleaños....
Y me teníais que ver a mi toda una mañana pensando que podían tener en común una niña de 1 añito y su papá de 33, jajaja!!! Y yo pensaba: "jo, si al menos fuera niño podría hacer algo de fútbol, o una tarta en azul..." Y venga a darle vueltas a la tarta...
Y tras muchas idas de olla, se me ocurrió que podría hacer la tarta como si fuera un regalo, utilizando dos colores que quedasen bonitos y que sirvieran para identificar a los dos protas del cumple.
Así que el rosita (a juego con los cake pops y los lazos de las galletas) los utilicé para la cumpleañera y el marrón chocolate para su papi.
Pero vayamos por partes.
Las galletas. La mamá en un principio quería unas galletas sencillas, sin decorar, pero que tuvieran forma de margaritas. Pero después de pensarlo un par de veces, le comenté si no le gustaría más que estuvieran decoradas de otra manera. ¿Os acordáis del post de galletas en forma de margaritas que decoré con un palillo, una pajita y unos moldes de flores? ¿NO? ¡NO ME LO PUEDO CREER! Bueno, no pasa nada, podéis refrescar la memoria aquí. Pues le encantaron, y así se las hice.
Los cake pops. Pasó algo parecido. Cuando empecé a decorarlos como ella me había pedido, no me acababan de convencer, así que cogí mi móvil, les hice una foto y después decoré otros con estrellitas. Volví a hacerles una foto y le mandé las dos fotos, ¿adivináis cual nos gustó más a las dos? ¡¡¡¡Jajajaja!!!
La tarta. El bizcocho era un red velvet, que está de muerte, lo rellené con crema de queso y lo decoré como si fuera un regalo para los dos. Que era una idea genial hasta que me puse a ello.....
Lo que me costó hacer el lazo.... Empecé por las dos tiras del lazo, y me crecí. Pensé: "¡esto esta chupao!" Inocente... Bueno, hice las dos tiras que cuelgan en marrón, le pegué encimas las tiras rositas y le pasé un marcador para que quedase tipo costuras. Y luego me puse con el lazo en sí...
Lo primero, hacer las tiras igual que antes (María, nota mental: hacerlas más finas y darle movimiento con un bolillo. También podéis tenerlo en cuenta los demás...). Hasta aquí bien. Segundo, hacer una tira más pequeña exactamente igual que las anteriores para juntar los dos lados del lazo. Geeeenial, lo tengo dominado. ¡Ésto es para principiantes!
Peero, empiezan los problemas. Al pegar los dos lados y pasar la tira pequeña por encima de la junta, no se quedan marcadas las hendiduras típicas de un lazo. Buuf, esto no es tan fácil... Bueno, un poco de paciencia y maña y lo consigo.
¡Sooooorpreeeeesaaaa! Los papeles de cocina que metí entre los lazos para cogieran forma no aguantan, y el lazo se empieza a caer.... Rápido María, piensa un poco (ya son las 12 de la noche) y encuentra una solución... Cartón del rollo de papel de cocina (cachis, lo cambié ayer), cartón del papel higiénico (¿¿¿es que en esta casa todo el mundo tira los cartones??? !!Debe ser la única!!!), vasos (demasiados gordos)... Empiezo a abrir los armarios de la cocina en un ataque de desesperación profunda (de fondo, a todo esto, voy escuchando la peli "Gran Torino" que mi marido tiene puesta... me siento en los años 20 escuchando las novelas por la radio...). ¡Lo tengo, maxi botes de esencias! ¡Bien! Bueno, pues ya lo tengo, ahora a montarlo sobre la tarta...
¿Qué ha sido eso? Disparos en la peli... ¿Ha muerto Clint? Nooooooo, ¡¡¡¡con la angustia de que pueda morir Clint he pegado el lazo en la tarta antes que las cintas!!!! ¿¡Se puede ser más taruga!? (No hace falta que contestéis, ya lo hago yo por vosotros). Respira, María, respira... ¡¡He dicho que respires, no que hiperventiles!! Bien, volvamos a calmarnos... Ahora lo soluciono... Pongo una adorno alrededor del borde del lazo, y ¡¡listo!!. Y ahora, los adornos finales, las etiquetas con sus nombres y los cordoncitos... Listo. No se, hay algo que le falta... 10 minutos después mirando la tarta (ya son casi la 1 de la mañana): ¡mi madre, si no le he puesto los número que hice con galletas!
Bien, vuelve a coger el fondant, cubre las galletas y pégalas a la tarta... Buuuuueno, ahora si que si.
Bien, vuelve a coger el fondant, cubre las galletas y pégalas a la tarta... Buuuuueno, ahora si que si.
Cómo véis, hay grandes frustaciones en este mundo... Pero no por eso deja de ser precioso y divertidísimo (sobre todo para tu pobre marido que entra amablamente en la cocina para preguntarte como lo llevas en el momentazo-se-me-cae-el-puñetero-lazo, le miras cual toro enbravecido, resoplando por las fosas nasales y le sueltas con gran tacto y dulzura: "¿a tí que co** te parece?¡Me cag* en el pu** lazo de los co****s!"...) :P.
La receta del bizcocho la tenéis aquí, aunque os pongo las medidas de los ingredientes para hacer un bizcocho.
Bizcocho Red Velvet
Ingredientes secos
- 350grs de harina
- 300grs de azúcar
- 1 cucharadita de cacao en polvo (tipo Valor)
- 1 cucharadita de sal
- 1 cucharadita de bicarbonato sódico
Ingredientes húmedos
- 2 huevos grandes
- 250ml de aceite de girasol
- 240ml de buttermilk (para todas aquellas que no lo tengáis, es decir, TODAS, se sustituye por 240ml de leche entera con 15ml de vinagre de vino blanco o zumo de limón, dejándolo reposar 10min)
- colorante alimentario rojo (consejo, el que más me gusta es el color "poppy red" de Sugarflair, si utilizáis Wilton, tendréis que echar mucha más cantidad... de hecho yo he llegado a usar en una ocasión un bote entero...)
- 1 cucharadita o 5ml de vinagre blanco
- 1 cucharadita o 5ml de extracto de vainilla
Frosting de queso
- 450grs de queso crema (tipo Philadelphia)
- 90grs de mantequilla a temperatura ambiente
- 140grs de azúcar glass
- 2 cucharadas de Karo o corn syrup (opcional)
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
Ya sabéis, para el bizcocho, primero mezcláis los ingredientes secos, luego los húmedos y después incorporáis a los húmedos los secos poco a poco. Temperatura del horno 180º (160º si tenéis ventilador) y alrededor de una hora.
Para el frosting, mezclad el queso con la mantequilla en un bol con batidora de varillas. Agregamos el resto de ingredientes y mezclamos bien hasta que tengáis una masa cremosa.
Por cierto, aprovecho y os cuento un secreto de la mamá de Carlota... ¡Tiene una empresa de organización de eventos que monta celebraciones espectaculares! Por si os pica la curiosidad, se llama "Momentos y Eventos", buscadla en internet, ¡os va a encantar!
Y hasta aquí el post de hoy... No me digáis que no os habéis reido... Yo lo he hecho ahora al recordar que bonita es la pastelería...
¡Mil dulces besos!
P.D. Esta tarta se que le encanta a alguien, dice que es la más bonita que he hecho... Aunque cada vez que le enseño alguna me dice lo mismo... ¿Sabéis quién puede decirte lo bien que haces las cosas siempre? Está clarísimo. Una madre y un padre. Así que , gracias papis, gracias por decirme que lo hago bien y por poner buena cara cada vez que os cuento alguna locura... Y muchas gracias por estar ahí siempre, y aunque no lo digo nunca, os quiero mucho!!
Bizcocho Red Velvet
Ingredientes secos
- 350grs de harina
- 300grs de azúcar
- 1 cucharadita de cacao en polvo (tipo Valor)
- 1 cucharadita de sal
- 1 cucharadita de bicarbonato sódico
Ingredientes húmedos
- 2 huevos grandes
- 250ml de aceite de girasol
- 240ml de buttermilk (para todas aquellas que no lo tengáis, es decir, TODAS, se sustituye por 240ml de leche entera con 15ml de vinagre de vino blanco o zumo de limón, dejándolo reposar 10min)
- colorante alimentario rojo (consejo, el que más me gusta es el color "poppy red" de Sugarflair, si utilizáis Wilton, tendréis que echar mucha más cantidad... de hecho yo he llegado a usar en una ocasión un bote entero...)
- 1 cucharadita o 5ml de vinagre blanco
- 1 cucharadita o 5ml de extracto de vainilla
Frosting de queso
- 450grs de queso crema (tipo Philadelphia)
- 90grs de mantequilla a temperatura ambiente
- 140grs de azúcar glass
- 2 cucharadas de Karo o corn syrup (opcional)
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
Ya sabéis, para el bizcocho, primero mezcláis los ingredientes secos, luego los húmedos y después incorporáis a los húmedos los secos poco a poco. Temperatura del horno 180º (160º si tenéis ventilador) y alrededor de una hora.
Para el frosting, mezclad el queso con la mantequilla en un bol con batidora de varillas. Agregamos el resto de ingredientes y mezclamos bien hasta que tengáis una masa cremosa.
Por cierto, aprovecho y os cuento un secreto de la mamá de Carlota... ¡Tiene una empresa de organización de eventos que monta celebraciones espectaculares! Por si os pica la curiosidad, se llama "Momentos y Eventos", buscadla en internet, ¡os va a encantar!
Y hasta aquí el post de hoy... No me digáis que no os habéis reido... Yo lo he hecho ahora al recordar que bonita es la pastelería...
¡Mil dulces besos!
P.D. Esta tarta se que le encanta a alguien, dice que es la más bonita que he hecho... Aunque cada vez que le enseño alguna me dice lo mismo... ¿Sabéis quién puede decirte lo bien que haces las cosas siempre? Está clarísimo. Una madre y un padre. Así que , gracias papis, gracias por decirme que lo hago bien y por poner buena cara cada vez que os cuento alguna locura... Y muchas gracias por estar ahí siempre, y aunque no lo digo nunca, os quiero mucho!!
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