¡Feliz día de la Madre y cupcakes de chocolate blanco para celebrarlo!

Estoy totalmente a favor del día de la madre, y del padre, y de los abuelos y de los primos... Y tanto es así, que en mi casa, con mis hijos, hemos instaurado un día de los hermanos, que cuando vaya llegando, os lo haré saber, para que veáis lo que se han preparado el uno al otro... No va a tener desperdicio...

Y estoy totalmente a favor porque hoy en día, debido al ritmo que llevamos, dejamos de lado algo tan bonito como dedicar un rato a estar con la familia. Ya no se come en la misma mesa a diario, ni se cena, ni se ve la tele juntos. Así que, al menos, que haya un día especial, que nos recuerde lo mucho que trabaja papá por nosotros, o las noches que pasa mamá a nuestro lado, o lo que pasaron nuestros abuelos en su juventud.

Y estoy todavía más a favor de los regalos hechos por uno mismo. Ahora que soy madre, me doy cuenta del valor que tiene el dibujo que me traen mis niños del cole, y me hace más ilusión que cualquier otro detalle que se compre. De hecho llevo una semana intentando convencer a María para que me cuente que me ha hecho en la guarde, pero no suelta ni una pista...

Así que por eso, hoy os traigo esta receta. Porque es un homenaje, en esta ocasión a mi. Sí, es mi autoregalo por el día de la madre, y es mi regalo para todas las madres. He elegido mi receta preferida, y he adornado los cupcakes lo más sencillo que he podido, para animaros a todos a hacerlos y a regalarlos. Se hacen en un ratito, así que todavía estáis a tiempo de prepararlos y dárselos a vuestras madres.

Para decorar los de fondant, cubrís el cupcake con un círculo de fondant liso o podéis texturizarlo y después solamente tenéis que ir superponiendo los dibujos que queráis (yo he elegido flores y mariposas, aunque más bien parecen lazos, ¡¡jajaja!!) en diferentes tamaños y colores.

Y para los de buttercream, hacemos una rosa con las boquillas 2D o 1M de Wilton, vosotros podéis decorarlos con flores o mariposas a juego con los anteriores, ¡pero a mi no me daba tiempo!.

Y para hacerlos todavía más sencillos, he elegido unas cápsulas blancas, como las de toda la vida, y las he adornado con lazos, cintas y washi-tape, para que tengáis varios modelos a elegir. Como veis, es muy fácil hacer algo uno mismo, que quede vistoso y que sea un regalo perfecto para la persona que os quiere más en el mundo. Porque podéis estar seguros de una cosa, no hay nadie que os quiera más que una madre.

Así que felicidades a todas las madres y a las que van a serlo dentro de muy poco. Porque "¿quién es mamá? Mamá es esa maga que hace desaparecer las lágrimas con un beso, es esa heroína que vence siempre mis pesadillas con una caricia, es ese cuentacuentos que lee e inventa las historias más divertidas sólo para mi, es esa cantante que todas las noches canta la canción más dulce mientras me acuna un ratito, es esa forzuda capaz de coger en un sólo brazo mis 15kg mientras que con el otro entra el carro lleno de compra, es esa campeona de atletismo capaz de llegar en décimas de segundo de 0 a 100 para evitar que me descuerne por las escaleras y es ese médico que sabe con sólo mirarme si tengo fiebre, cuánta y lo que tiene que hacer".

Por todo ello, felicidades. Y muchas felicidades más a las cinco madres más importantes de mi vida: mis dos abuelas, mi madre, mi hermana y mi suegri. Cuatro grandes mujeres que han criado y educado a toda mi familia, y siguen haciéndolo incansablemente todos los días. Para todas vosotras, ¡FELIZ DÍA!

Mil dulces besos!

P.D. Ni siquiera me ha dado tiempo a retocar las fotos... Y con esta luz que hay hoy, ¡parecen sacadas de un sueño! Intentaré mejorarlas a lo largo del fin de semana y las vuelvo a colocar bien, pero al menos tenéis alguna idea para mañana!!