Tarta de aviones de fondant y mi historia de amor con los bizcochos de chocolate...

¡Hola a todos! Hace unas semanas me encargaron una tarta de aviones. ¡¡Nooo!! ¡¡Horror!! Aviones... Algo tan sencillo y tan difícil como aviones. 

Como era para un niño de seis años, decidí que tenía que ser una tarta sencilla, con colores suaves pero muy llamativa.

Así que elegí este avión porque me recordaba al avión de siempre, al avión que todos hemos tenido en casa de niños...

Para decorar la tarta utilicé colores muy claritos, para que el avión resaltara más. Fondo azul cielo, decorado con nubes, y un avión muy grande con una pancarta con el nombre del cumpleañero.

El avión lo saqué de internet, y como siempre, saqué dos copias, una de modelo y otra para recortar.

Para que quedara más bonita todavía, en unos alambres puse una pequeña nube y el número seis (truqui del almendruqui: si no tenéis un padre apañao que se dedique a reforzar los finos alambres que venden en las tiendas de repostería, lo más fácil para conseguir que soporten el peso es hacer un "cordón" de varios alambres, retorciéndolos todos juntos, vamos, lo que viene siendo un cordón de semana santa... O así lo llama mi padre... Porque ya os digo yo que hacer una trenza con esos alambres es más complicado...).

Pero lo más importante de hoy, no es la decoración de la tarta, que a estas alturas del blog deberíais saber hacer todos ya... Si no contaros mi historia de amor con los bizcochos de chocolate.

No me gusta el chocolate. Si si, como lo leéis... No me como una onza de chocolate casi nunca. Pero me encanta el brownie... Explicación lógica: ni idea. El chocolate me empalaga demasiado, pero el bizcocho de chocolate del brownie me gusta... Y tras varios experimentos hace unos años, y después de probar como 5 o 6 recetas diferentes de bizcochos de chocolate, encontré la definitiva....

Sólo que había un problema. Se me queman siempre. Y cuando digo siempre, es siempre. Hasta que hice esta tarta. Y el chocolate y yo nos volvimos a enamorar. Salió perfecta. Sin quemarse, esponjosa, suave... Casi se me saltan las lágrimas y todo... 

Y el relleno... madre mía, que contaros... Que me lo inventé porque la mami pidió que fuera chocolate con naranja, pero no encontraba una receta que me entusiasmara. Así que decidí hacer por un lado un ganache de chocolate negro, y por otro una buttercream de naraja y luego lo mezclé... Quedó tipo mousse de chocolate con naranja... Que con el bizcocho de chocolate estaba de muerte... Al menos para mi que no me gusta el chocolate.

Hoy os dejo la receta del bizcocho, ¡que hace mucho que no os dejo ninguna! Lo hago en la Thermomix, pero podéis hacer la masa con una batidora de varillas sin problema. La receta ya ni me acuerdo de donde la saqué, pero es buenísima.

BIZCOCHO DE CHOCOLATE NEGRO CON NATA.

Ingredientes:

- 4 huevos

- 200 grs. de azúcar.

- 150 grs. de aceite de girasol.

- 200 grs. de chocolate a la taza.

- 1 brick de nata (200ml).

- 1 cucharadita de azúcar avainillado.

- 200 grs. de harina.

- 1 sobre de levadura tipo Royal.

Elaboración:

Precalentamos el horno a 180º.

Ponemos la mariposa y añadimos al vaso los huevos y el azúcar y programamos 5 minutos, 37º, velocidad 3 1/2. Cuando acabe ese tiempo volvemos a programar 3 minutos más, misma velocidad sin temperatura.

Añadimos el aceite y mezclamos 10 segundos, velocidad 3.

Añadimos el cacao y la nata 15 segundos, velocidad 3.

Añadimos el azúcar avainillado, la harina y la levadura y todo 15 segundos, velocidad 2 1/2 y terminamos de mover con una espátula con movimientos envolventes.

Horneamos unos 45-50 minutos según horno, siempre comprobar con una aguja en el centro para saber si está o no hecho. (Ojo, yo he llegado a tenerlo 1 hora en el horno a 170 porque no se hacía por dentro. Mi truco para que haya dejado de quemarse: pongo un papel albal debajo del molde, encima de la rejilla y no se quema por abajo. Y cuando empieza a dorarse por encima, pongo otro papel albal encima del bizcocho. Importante: NUNCA ABRIR EL HORNO ANTES DE LOS PRIMEROS 15 MINUTOS, si no, se os vendrá abajo irremediablemente. Para el bizcocho de chocolate blanco también pongo papel albal siempre).

En serio, tenéis que probar este bizcocho, ¡¡¡está de muerte!!! 

Y como la tarta quedó monísima, os dejo alguna foto más...

¡¡Venga!! ¡¡Todos a hacer este bizcochito!! Luego, si os da una embolia por chocolate, a mi no me miréis, porque yo no como chocolate...

Mil dulces besos!!